¿Por qué es recomendable asar tomates? Los mejores trucos

¿Es recomendable asar tomates? ¿Cuál es la mejor manera de asarlos? Y, sobre todo, ¿como asarlos de la manera más saludable posible? 

¿Quieres conocer la mejor receta y algunos trucos más para conservarlos? Entonces, si lo que quieres es saber las respuestas a estas preguntas, este es tu post. 

Y ya sabes cuál es nuestro mensaje en Naranjas Daniel: Apuesta por productos frescos, de temporadas y comprados directamente al agricultor. Es la mejor manera de cuidar de tu salud y también del medio ambiente. 

Dicho esto, vamos con todo. 

¿Por qué es recomendable asar tomates?

Uno de los principales motivos por los que es recomendable asar tomates es porque así realzas el sabor del tomate. 

El calor elimina parte del agua, lo que hace que su dulzura natural se acentúe. 

Es como si el tomate “se concentrara en sí mismo” y te regalara todo su sabor de forma más intensa. 

Desde el punto de vista nutricional, los tomates asados siguen siendo una fuente excelente de licopeno, un potente antioxidante que ayuda a proteger tus células del envejecimiento y del daño oxidativo. 

Además, al asar tomates evitas otros métodos de cocción que requieren más grasa o fritura. 

¿Cómo asarlos de manera saludable?

Solo necesitas buenos ingredientes, un poco de mimo… y tu horno. 

Lo primer que tienes que hacer es elegir tomates maduros y de buena calidad. Repetimos: Que sean tomates de temporada. 

¿La variedad? Te aconsejamos nuestros tomates valencianos, tomates de la huerta de Valencia súper ricos o también puedes optar por la variedad pera. 

Lávalos bien, córtalos por la mitad (o en cuartos si son muy grandes) y colócalos en una bandeja de horno forrada con papel vegetal. 

Añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra, un poco de sal y, a tu gusto, hierbas como orégano, tomillo o albahaca. Incluso unos dientes de ajo sin pelar le darán un aroma delicioso.

Es el momento de meter en el horno. La temperatura ideal ronda los 180-200 °C. 

El tiempo puede variar entre 30 y 45 minutos, dependiendo del tamaño del tomate y del tipo de horno. 

Sabrás que están listos cuando estén blanditos, con los bordes ligeramente caramelizados. 

¿Para qué se utilizan los tomates asados?

Una de las grandes ventajas del tomate asado es su versatilidad. Puedes usarlo en tantas recetas diferentes que, una vez que lo pruebes, vas a querer tener siempre un tupper lleno en la nevera. 

Su sabor concentrado y su textura suave lo convierten en un comodín en tu cocina, ideal tanto para platos fríos como calientes.

¿Te apetece preparar una pasta con un toque especial? Añade tomates asados picaditos y un poco de albahaca fresca, y ya tienes un plato de restaurante en casa. 

¿Te gustan las ensaladas templadas? Los tomates asados aportan ese punto dulce y carnoso que transforma cualquier combinación de hojas verdes, queso fresco o frutos secos.

También puedes usarlos como base para hacer salsas, cremas o incluso para dar sabor a una pizza casera. 

Machacados con un tenedor o triturados en un robot de cocina, se convierten en una salsa deliciosa sin necesidad de añadir azúcar ni conservantes.

Cómo conservar tomates asados

También hay que saber cómo conservarlos correctamente para que no se pierda todo ese sabor. Y lo puedes hacer de las siguientes maneras:

En frascos (en nevera)

Una de las formas más prácticas es guardarlos en tarros de cristal, como si fuera una conserva rápida. Para ello:

1. Esteriliza los frascos de cristal hirviéndolos durante unos minutos.

2. Llénalos con los tomates asados todavía tibios.

3. Cubre con aceite de oliva virgen extra hasta taparlos por completo. Esto evitará que entre aire y se oxiden.

4. Cierra bien y guarda en la nevera.
   
   

De esta forma, te pueden durar hasta dos semanas. Solo tienes que sacar la cantidad que necesites y volver a cubrir con aceite si hace falta.

Congelados

Otra opción muy útil es congelarlos. Ideal si has hecho mucha cantidad y quieres conservarlos por más tiempo:

1. Espera a que se enfríen del todo.

2. Reparte en bolsas de congelación o tuppers pequeños, según la cantidad que suelas usar.

3. Etiqueta con la fecha y congela.
   
   

Puedes guardarlos hasta tres meses sin problema. Cuando los necesites, déjalos descongelar en la nevera o directamente en la sartén si los vas a calentar.

En resumen, asar tomates es la mar de sencillo, la mar de sabroso y una manera más de potenciar el sabor del tomate. Y, por supuesto, te abre nuevas posibilidades culinarias. Por supuesto que no es tan solo sencillo, sino también muy económico. Lo único que tienes que hacer es comprar tomates frescos, de temporada y directos del agricultor. 

¿Y tú? ¿Cómo sueles usar los tomates asados en tu cocina? ¿Nos lo dices en la sección de comentarios?

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