¡¡Gastos de envío gratuitos al comprar cualquiera de nuestras cajas!!

¡¡REGALAMOS 1 KG DE MANDARINAS EN TODAS LAS CAJAS!!
Carrito
No hay productos en el carrito

Solanina en la patata: ¿Es perjudicial? ¿Cómo evitarla?

La solanina en la patata es un tema algo desconocido por una buena parte de la población. Ahora bien, si te gustan las patatas y te las comes (y en Naranjas Daniel damos por supuesto que es un sí a las dos preguntas) deberías leer este post de “pe a pa” y conocer un poco más sobra la solanina en la patata.

Pero, ¿de qué estamos hablando en concreto? Pues de una sustancia tóxica natural que, aunque está presente de forma habitual en pequeñas cantidades, puede convertirse en un riesgo real si no sabes identificarla o eliminarla correctamente.

Seguro que más de una vez has encontrado patatas con manchas verdes o con brotes. Puede que hayas pensado que simplemente están un poco viejas y que aún se pueden aprovechar. 

Pero, lo que muchos no saben, es que ese color verdoso o esos brotes son señales claras de que hay un aumento de solanina. Y consumir patatas en ese estado puede provocar desde molestias estomacales hasta síntomas más serios como vómitos o dolores de cabeza.

Dicho esto, en este post, vas a descubrir todo lo que necesitas saber sobre la solanina: por qué aparece en las patatas, cuáles son sus efectos en tu salud y, sobre todo, cómo puedes evitarla fácilmente con algunos consejos prácticos. 

Aprenderás a conservar las patatas de forma segura, a identificar cuándo ya no deben comerse y a cocinarlas correctamente para reducir cualquier riesgo. Porque disfrutar de las patatas sí, pero siempre con seguridad.

Vamos allá. 

¿Qué es la solanina y por qué está en la patata?

La solanina es una sustancia química natural que forma parte del sistema de defensa de algunas plantas del grupo de las solanáceas, entre ellas, la patata. 

Su función es proteger a la planta de insectos, hongos y otros agentes externos que puedan dañarla. El problema aparece cuando tú, como consumidor, ingieres esta toxina en niveles elevados.

En las patatas, la solanina se concentra principalmente en la piel, en la parte cercana a los brotes y, sobre todo, en las zonas que se han vuelto verdosas por la exposición a la luz. 

Ese tono verde no es la solanina en sí, sino clorofila, pero su presencia es un claro indicio de que los niveles de esta toxina han aumentado.

No todas las patatas tienen la misma cantidad de solanina. Las patatas jóvenes, mal almacenadas o expuestas a la luz solar durante tiempo prolongado, son más propensas a desarrollar niveles más altos. 

Además, las patatas dañadas, golpeadas o con heridas en la piel también pueden activarla como respuesta de defensa.

Por eso es tan importante que sepas cómo identificar las señales externas que indican un posible exceso de solanina. No solo se trata de una cuestión de sabor —porque esta toxina tiene un regusto amargo—, sino de salud. 

Entender de dónde viene y por qué aparece es el primer paso para evitar problemas al consumir una de las hortalizas más utilizadas en la cocina diaria.

¿Cuáles son los riesgos de consumir solanina?

Consumir solanina en la patata en cantidades elevadas puede provocar una intoxicación alimentaria, cuyos síntomas, aunque a veces leves, pueden llegar a ser preocupantes si no se detectan a tiempo. 

Esta sustancia actúa sobre el sistema nervioso y digestivo, y sus efectos suelen aparecer unas horas después del consumo.

Los síntomas más comunes incluyen náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, fiebre, dolor de cabeza, mareos e incluso confusión. 

En casos más severos —por fortuna, poco frecuentes— puede causar dificultades respiratorias, alucinaciones o convulsiones. Si notas alguno de estos síntomas tras haber comido patatas con aspecto dudoso, es importante acudir al médico cuanto antes.

¿Cuánta solanina hace falta para enferma? Según diversos estudios, la dosis tóxica puede rondar los 2 a 5 mg por kilo de peso corporal

Es decir, para una persona adulta de unos 70 kilos, bastarían unos 140 a 350 mg de solanina. 

Y una patata muy verde o brotada puede contener fácilmente entre 20 y 100 mg por cada 100 gramos, por lo que el riesgo es real si se consume en grandes cantidades o de forma repetida.

Los grupos más vulnerables son los niños pequeños, personas mayores y quienes tienen problemas digestivos o inmunitarios, ya que su organismo es más sensible a las toxinas. Por eso, en estos casos hay que ser especialmente cuidadoso y evitar cualquier patata que muestre señales de deterioro o verdor.

¿Cómo evitar la solanina al consumir patatas?

La buena noticia es que puedes reducir fácilmente el riesgo de consumir solanina si prestas atención a algunos detalles antes de preparar tus patatas. Todo empieza en el momento en que las compras y continúa en cómo las guardas y cocinas.

1. Revisa bien el aspecto antes de comprarlas o cocinarlas

Evita las patatas que presenten zonas verdes, brotaciones o daños visibles. Si solo tienen una pequeña parte afectada, puedes pelarlas y retirar lo que consideres, aunque si están muy afectadas, lo mejor es desecharlas.

2. Almacena las patatas correctamente

Guárdalas siempre en un lugar fresco, oscuro y seco. La exposición a la luz es una de las principales causas de que empiecen a producir solanina. 

Olvídate de dejarlas cerca de ventanas, cocinas cálidas o al lado de frutas como manzanas o plátanos, que aceleran su deterioro.

3. No las laves antes de guardarlas

Parece contradictorio, pero la humedad acelera la descomposición. Lávalas solo justo antes de usarlas.

4. Pela y cocina bien las patatas

La mayor parte de la solanina se concentra en la piel y cerca de la superficie. Por eso, pelarlas bien es un paso esencial. Además, cocinarlas a altas temperaturas (freírlas o hervirlas) reduce parcialmente la solanina, aunque no la elimina del todo. Las patatas crudas o mal cocidas son un riesgo mayor.

5. Consume las patatas en un plazo razonable

No las guardes durante meses. Las patatas que llevan mucho tiempo almacenadas son más propensas a brotar y acumular solanina.

¿Se puede eliminar la solanina completamente?

Esta es una de las preguntas más frecuentes cuando se habla de la solanina en la patata: ¿se puede eliminar por completo? La respuesta breve es no totalmente, pero sí se puede reducir significativamente con unos cuantos gestos sencillos y eficaces.

1. Pelar la patata ayuda, y mucho

Como ya hemos mencionado, la solanina se acumula sobre todo en la piel y en la capa exterior. Al pelar la patata de forma generosa —es decir, sin escatimar en grosor— estarás eliminando una buena parte de esta toxina.

2. La cocción reduce la solanina, pero no la destruye del todo

La solanina es resistente al calor. Esto significa que hervir, cocer al vapor o incluso freír las patatas no elimina la toxina por completo. Sin embargo, cocinar a temperaturas altas ayuda a reducir su presencia, especialmente si ya has retirado las partes más contaminadas.

3. ¿Qué pasa con las patatas verdes o brotadas?

En este caso, mejor no arriesgar. Si la patata está visiblemente verde, tiene brotes grandes o muchas partes blandas o arrugadas, lo más sensato es tirarla. Aunque puedas retirar la zona dañada, el riesgo de que haya solanina en el resto del tubérculo es alto.

4. Evita recetas con patatas crudas o poco cocinadas

Algunos platos, como las tortillas poco cuajadas o las preparaciones tipo carpaccio con patata, pueden aumentar el riesgo si usas patatas mal almacenadas. Asegúrate siempre de que están bien cocidas.

La solanina en la patata no tiene por qué preocuparte si sabes cómo actuar. Esta toxina natural, aunque puede representar un riesgo para tu salud, se puede mantener bajo control con unos hábitos muy sencillos: elegir bien las patatas, almacenarlas correctamente, pelarlas de forma generosa y cocinarlas de manera adecuada.

Evita siempre las patatas verdes, brotadas o blandas. Y si tienes dudas sobre su estado, no te la juegues: más vale prevenir que lamentar. A cambio, puedes seguir disfrutando de uno de los alimentos más versátiles y sabrosos que tienes en tu cocina.

Y ahora cuéntanos: ¿Sueles revisar las patatas antes de cocinarlas o las usas sin fijarte mucho?
¿Te ha parecido útil este post? Si es así, ¿nos ayudas compartiéndolo en tus redes sociales? 

 

Publicado el
RSS 2.0 (Blog)

Deja un comentario

( * ) Campos obligatorios
Tiempo de carga: 0.108 segundos
Contacto por WhatsApp