Cómo hacer el mejor puré de patata y más cremoso

Si quieres preparar el mejor puré de patata y más cremoso que jamás hayas probado, haces bien de estar leyendo este post. Porque te vamos a contar todos y cada uno de sus secretos.
Vamos a resolver muchas dudas: ¿Es mejor cocinar las patatas con piel o sin ella? ¿La mantequilla es imprescindible o hay alternativas?
Método para hacer el mejor puré y más cremoso. La receta que debes tener en cuenta
La receta definitiva que te proponemos es esta:
Ingredientes
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Patatas: Elige la variedad agria porque tiene menos agua y resulta más suaves.
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Leche o nata: Aportan cremosidad y suavidad. Puedes elegir entre leche entera o nata.
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Mantequilla: Clave para un sabor intenso y una textura sedosa.
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Sal y pimienta: Realzan el sabor del puré.
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Nuez moscada (opcional): Un toque de este condimento le da un aroma especial.
Modo de elaboración
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Cocina las patatas: Ponlas en una olla con agua fría y sal. Llévalas a ebullición y deja que se cocinen a fuego medio hasta que estén tiernas.
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Pela y tritura las patatas: Hazlo mientras aún están calientes. Usa un pasapurés o un prensador de patatas en lugar de una batidora, ya que esta última puede hacer que el puré quede pegajoso.
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Añade la mantequilla primero: Mezcla la mantequilla con las patatas calientes antes de añadir la leche. Esto ayuda a que el puré absorba mejor la grasa.
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Incorpora la leche caliente: Agrégala poco a poco mientras remueves para lograr una textura suave.
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Ajusta el punto de sal y pimienta y, si lo deseas, añade nuez moscada.
¿Es mejor poner la patata con piel o sin piel?
A la hora de preparar el puré de patata, surge una duda común: ¿Es mejor cocinar las patatas con piel o sin ella? Ambas opciones tienen ventajas y desventajas, así que veamos cuál es la mejor según el resultado que buscas.
Cocinar las patatas con piel
Ventajas
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Conservan mejor su sabor y almidón, lo que da un puré más sabroso.
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Absorben menos agua al cocer, evitando que el puré quede aguado.
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Se pelan fácilmente una vez cocidas.
Desventajas
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Si no están bien lavadas, pueden dejar restos de tierra.
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Tardan un poco más en cocinarse.
Cocinar las patatas sin piel
Ventajas
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Se cocinan más rápido.
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No tienes que esperar a que enfríen para pelarlas.
Desventajas
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Pueden absorber demasiada agua y hacer que el puré quede más líquido.
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Pierden algo de sabor al estar en contacto directo con el agua.
En definitiva, si buscas un puré más cremoso y con más sabor, lo ideal es cocer las patatas con piel y pelarlas después. Si prefieres ahorrar tiempo y no te importa perder un poco de textura, cocinarlas sin piel también es una opción válida.
El papel de la mantequilla
La mantequilla es uno de los ingredientes estrella del puré de patata. Pero, ¿es realmente imprescindible? La mantequilla aporta:
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Cremosidad: su grasa ayuda a obtener una textura más suave.
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Sabor: intensifica el gusto del puré y lo hace más delicioso.
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Brillo y suavidad: da un aspecto más apetecible al puré.
Pero si no quieres poner mantequilla siempre hay alternativas. La puedes sustituir por
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Aceite de oliva virgen extra: Le da un toque más mediterráneo y un sabor diferente.
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Leche de almendras o de avena: aportan suavidad sin grasas saturadas.
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Yogur natural: para una textura cremosa sin tanto contenido graso.
La cantidad recomendada es entre 30 y 50 gramos de mantequilla por cada kilo de patatas. Si quieres un puré extra cremoso, puedes aumentar un poco la cantidad.
La mejor guarnición
El puré de patata es el acompañamiento perfecto para una gran variedad de platos. Su suavidad y sabor neutro hacen que combine bien con carnes, pescados y verduras.
Platos con los que mejor combina
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Carnes: ideal con estofados, filetes y pollo asado.
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Pescados: acompaña bien el salmón o la merluza.
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Verduras: perfecto con espárragos, setas o zanahorias al horno.
Versiones gourmet y creativas
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Puré trufado: añadiendo un poco de aceite de trufa.
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Con queso parmesano: para darle un toque más sabroso.
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Puré de patatas con ajo asado: ideal para un sabor más intenso.
Sea como sea, el puré de patata es siempre una apuesta segura para cualquier comida.
Historia del puré de patata. ¿Cuál es su origen?
El puré de patata tiene una larga historia y ha sido un plato esencial en muchas culturas.
Las patatas llegaron a Europa en el siglo XVI gracias a los conquistadores españoles. Inicialmente, se consideraban un alimento para animales, pero con el tiempo se convirtieron en un pilar de la gastronomía.
En el siglo XVIII, el chef francés Antoine Parmentier popularizó la patata como alimento humano y experimentó con distintas formas de prepararla, incluyendo el puré.
Ahora cuéntanos:
¿Qué truco usas tú para hacer el mejor puré de patata? ¿Te gusta más con mantequilla o con aceite de oliva? Déjanos tu comentario
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