Miel y diabetes: ¿La pueden consumir los diabéticos?

¿Se llevan bien la miel y diabetes? Si eres diabético, ¿puedes consumir miel? ¿Cuál sería la mejor? Si te has planteado estas preguntas no puedes dejar de leer este post porque vamos a aclarar todas tus dudas. 

Te adelantamos que la respuesta no es ni un rotundo sí ni un no tajante. Todo depende del tipo de miel, de cuánto consumes y, sobre todo, de cómo está tu salud. Lo importante es que tengas toda la información para tomar decisiones conscientes. Porque cuidar de ti no significa renunciar al sabor, sino elegir bien lo que comes.

Composición de la miel natural

La miel natural es mucho más que un simple edulcorante. Es un alimento que tiene enormes propiedades y que está compuesta por:

• Fructosa (38%) y glucosa (31%): son los azúcares simples que más predominan en su composición. La fructosa tiene un índice glucémico más bajo, mientras que la glucosa puede elevar más rápidamente el azúcar en sangre.

• Agua (17%-20%): su contenido varía según el tipo de miel y su proceso de extracción.

• Otros azúcares (maltosa, sacarosa y otros oligoelementos): aunque en menor cantidad, también están presentes.
  
  

Además de los azúcares, la miel contiene:

• Antioxidantes naturales, como flavonoides y compuestos fenólicos, que ayudan a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo.

• Vitaminas del grupo B, como B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico) y B6.

• Minerales como calcio, magnesio, potasio, hierro y zinc, aunque en pequeñas cantidades.

• Enzimas activas como la glucosa oxidasa, que las abejas agregan al néctar y que tiene propiedades antibacterianas.
  
  

¿Pueden los diabéticos comer miel?

Esta es la gran pregunta que ya te hemos dicho que queremos contestar en este post. Porque aunque la miel es un alimento natural, no deja de ser un tipo de azúcar. Y eso, para alguien con diabetes, puede ser motivo de preocupación. 

La respuesta corta es que sí. En algunos casos sí se puede consumir miel, pero con mucha moderación y eligiendo la adecuada. Vamos a explicarlo.

La miel y su índice glucémico

El índice glucémico (IG) mide la rapidez con la que un alimento eleva la glucosa en sangre. La miel tiene un IG que puede variar entre 50 y 70, dependiendo de su origen y de cómo ha sido procesada. En comparación:

• El azúcar blanco tiene un IG de 65.

• La glucosa pura alcanza un IG de 100.

• Algunas mieles crudas pueden tener un IG más bajo, especialmente si contienen más fructosa que glucosa.
  

Es decir, no todas las mieles afectan igual a la glucemia. Y esto es clave para entender si una persona con diabetes puede o no consumirla.

¿Qué dicen los expertos? Algunos estudios sugieren que, en cantidades pequeñas, la miel puede tener menos impacto glucémico que el azúcar refinado e incluso aportar beneficios antioxidantes y antiinflamatorios.

Los endocrinos y nutricionistas suelen coincidir en que, si decides incluir miel en tu dieta, debe ser:

• En dosis muy controladas (por ejemplo, media cucharadita).

• Acompañada de otros alimentos ricos en fibra o proteínas, para ralentizar la absorción del azúcar.

• Siempre bajo supervisión médica.
  
  

Miel industrial vs. miel natural

Este punto es fundamental. La miel que se encuentra en muchos supermercados no siempre es miel pura. 

Algunas marcas mezclan miel con jarabes de glucosa o de maíz, lo que dispara su índice glucémico. También pueden estar sometidas a procesos de pasteurización que destruyen sus enzimas y propiedades beneficiosas.

En cambio, la miel natural y cruda conserva sus enzimas activas, antioxidantes y un perfil de azúcares más equilibrado. Por eso es la más recomendada si tienes diabetes y decides tomar un poco.

Y por eso, entre otras muchas razones, como por ejemplo el sabor es la que encontrarás en nuestra tienda online. Miel directa del apicultor cultivada al lado de nuestros campos de naranjas y mandarinas. Si quieres que le llevemos miel, ¿por qué no clicas ya en este enlace? 

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Entonces, ¿sí o no?

La miel no es un alimento prohibido para todas las personas con diabetes, pero debe consumirse con responsabilidad. Siempre es mejor consultar con tu médico antes de incorporarla a tu alimentación diaria.

Por eso es tan importante saber qué estás comprando cuando eliges miel. Y si eres diabético, conocer bien su composición puede ayudarte a valorar si incluirla o no en tu dieta, y en qué cantidad.

 ¿Te ha parecido interesante lo que te hemos contado? Si tu respuesta es que sí, no dejes de compartirlo por tus redes sociales.  

Y si eres diabético o cuidas de una persona diabética, ¿incluyes la miel en la alimentación de manera controlada? Cuéntanos tu experiencia.