Desmontando otro mito. El zumo de naranja y la leche sí se pueden mezclar

Vamos a decirlo desde el principio: no hay ningún problema en tomar leche, café o café con leche junto con un zumo de naranja. 

No existe ninguna base científica que justifique que esta combinación sea perjudicial para tu salud. 

Es más, se trata de una práctica muy habitual en los desayunos de muchísima gente y no hay ninguna razón para eliminarla si a ti te gusta.

Pero, no se sabe muy bien por qué, pero de vez en cuando se instala una idea… y es muy difícil desterrarla. Nosotros lo vamos a intentar en este post.

¿De dónde viene ese mito?

Se ha llegado a decir —tú lo habrás escuchado seguramente— que la leche y la naranja es una mala combinación porque puede provocar acidez, hinchazón, indigestión… incluso hay quien asegura que “la leche se corta en el estómago” al contacto con el ácido del zumo. Pero, ¿de dónde salen estas afirmaciones?

Pues lo cierto es que no lo hemos podido averiguar. Lo que sí te podemos decir es que no existe ninguna base científica para indicar que el zumo de naranja y la leche no se llevan bien. 

Cuando bebes un zumo de naranja y después un café con leche, ambos llegan al estómago y allí se mezclan con los jugos gástricos. 

Estos jugos son altamente ácidos, mucho más que cualquier zumo cítrico, y su función es descomponer los alimentos.

La leche, como cualquier alimento rico en proteínas, se coagula de forma natural en el estómago para facilitar su digestión. 

Esta coagulación no es peligrosa ni es sinónimo de que algo va mal. De hecho, es parte del proceso digestivo normal. Y la vitamina C del zumo no destruye las proteínas de la leche. No tiene esa capacidad.

Así que no te preocupes por lo que ocurre dentro de tu estómago. Tu cuerpo sabe lo que hace. Y está perfectamente preparado para digerir un desayuno completo que incluya frutas, lácteos, cereales… y lo que más te apetezca.

Y, por si fuera poco, cumples como la dieta mediterránea

El desayuno tradicional, el que todos deberíamos tomar siguiendo la dieta mediterránea -el sistema alimenticio más saludable del mundo-  suele incluir un lácteo (como la leche o el yogur), una fruta o su zumo, y algún tipo de pan o cereal. 

A veces, también algo de proteína, como queso, huevo o fiambre. Y en muchos de esos desayunos, el café con leche y el zumo de naranja van de la mano sin ningún problema.

Esto no solo es normal, sino recomendable. Porque cuando combinas distintos grupos de alimentos estás aportando una gran variedad de nutrientes a tu organismo: vitamina C, calcio, proteínas, carbohidratos, grasas saludables... Todo lo que tu cuerpo necesita para arrancar el día con energía.

¿Y qué dicen los nutricionistas?

Los expertos en nutrición coinciden en que es importante que te asegures un buen desayuno que aporte entre el 20 y el 25 % de la energía diaria recomendada. Y eso solo se consigue incluyendo alimentos variados y de calidad.

En ese sentido, un zumo de naranja natural te aporta antioxidantes, agua, fibra (si lo haces con pulpa) y mucha vitamina C. La leche te ofrece proteínas y calcio. El café, un ligero estímulo para comenzar el día. ¿Dónde está el problema? No lo hay.

Lo que sí desaconsejan los nutricionistas son los desayunos que se basan en bollería industrial o productos azucarados. 

Apuesta por productos frescos y de temporada

Aquí no nos vamos a cansar de repetirlo: apuesta siempre por frutas y verduras de temporada. Su sabor es mejor, sus nutrientes están en su punto óptimo y además ayudas al medio ambiente y a la economía local.

En otoño e invierno, las naranjas y mandarinas son protagonistas. Su contenido en vitamina C las convierte en tus grandes aliadas frente a los resfriados. Además, están en su mejor momento de sabor y textura. ¿Y qué mejor que empezar el día con un zumo exprimido con naranjas recién cogidas del árbol?

Si lo acompañas con leche o café con leche, como ya has visto, no solo no pasa nada, sino que estás alimentando tu cuerpo con una mezcla excelente de nutrientes.

Lo más importante es que disfrutes de tu desayuno. Que no te dejes llevar por mitos sin fundamento. Que apuestes por la fruta fresca, la leche, el café, los cereales integrales y otros alimentos naturales que te cuidan desde el primer bocado del día.

¿Cómo tomas tú tu desayuno? ¿Tomas y leche y zumo de naranja? ¿Has tenido algún problema? ¿Nos lo cuentas en los comentarios?

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